Yo no quería pasar las tardes de lluvia leyendo libros de fantasía o poemas sin héroes. Yo quería leer tu mirada, entender lo que me decía en silencio, descubrir[te] en cada beso, en cada roce, en cada tropiezo. Despertar, mirarte, sonreírnos. Yo no quería pasar las mañanas nostálgicas en una plaza cualquiera tomando un café amargo y observando a quienes pasan sin saber qué hacer con sus vidas o sabiendo más de ella de lo que quisieran. Yo quería beberte a ti a todas hora, y probar tus amarguras, sólo las tuyas. Y que fueras mi aventura, mi historia favorita, mi promesa eterna del "Para Siempre" aunque se acabara cada diez minutos y volviera a comenzar. Yo no quería soñarte. Yo quería vivirte, alcanzarte, que fueras mi tan soñada realidad, perfecta, tan perfecta como tú. Porque yo no quería andar consumiéndome de pasión con cualquier idiota que llegara con rosas a mi balcón. Yo al único idiota que quería en mi vida era a vos. Yo de costumbre te quería a ti!
